domingo, 4 de abril de 2010

Domingo de Resurección

María José, querida amiga de Emagister compartió conmigo este hermoso poéma Espero que lo disfruten tanto como lo he hecho yo Con motivo de la Semana Santa, os hago partícipes en alma y sentimiento en la lectura de estos poemas. Mi deseo que lo leais con cariño. Aunque no soy de Murcia, he vivido la Semana Santa con pasión.He acompañado a todas las procesiones con mucho amor. Aquí os dejo un poema de un escritor Murciano,Él, nació en Murcia, un mes de Marzo de 1.918, en el barrio de San Andrés. Profesor hasta el último día de su vida, Teólogo y además Poeta,Impartió su última clase el día primero de Mayo de 2008. Viernes Santo murciano Murcia sigue penitente el sendero pasionario, Viernes Santo mañanero en ascensión al Calvario. Se van abriendo los cielos por las saetas y salmos, entre claveles y cirios pasa Cristo condenado, cargado con el madero hecho por nuestros pecados, Viernes Santo mañanero; Viernes Santo tan murciano. Ciudad, huerta pueblo todo va siguiendo al Condenado, a Jesús de Nazaret, trocado en baldón de escarnio, ¡Oh divina inspiración de Rigusteza! vibrando con el vaivén de las andas de penitentes descalzos. Como se oprimen los pechos y se resecan los labios ante la pasión de Cristo plasmada intacta en los “pasos”. Sale el “Ángel” ¡maravilla!, imposible descifrarlo: Se ha parado el pensamiento, la palabra se ha callado ante la efevial belleza, sosteniendo entre sus manos al cuerpo de Jesucristo en el Huerto desmayado. “Ángel” sin igual, de líneas trasponiendo lo ya humano; que va encendiendo los ojos, que a todos va cautivando, que no se sabe decir de qué sexo está copiado: Es “Ángel” y basta eso, y está del cielo captado. Viernes Santo mañanero, salcillesco, amoratado, entre volandas de encajes de blanco inmaculado. Siguen los “pasos” saliendo, siguen los labios rezando y el sol se asoma en los cielos y se retira asustado ante la gran maravilla del Viernes Santo murciano. “Prendimiento”, los “Azotes”, la “Caída”, redoblando condolidos los tambores y los clarines llorando. Gente, más gente apiñada; los penitentes cargados con duras cruces de leño como trofeo de milagros; las saetas que se prenden entre la brisa y los salmos y siguen poniendo a sol cada vez más asustado, mientras Salzillo en la gloria cada vez más aclamado. La Verónica, ¡proeza! La Santa Faz en sus manos, estampa fiel de murciana envuelta en un mar de llanto; tan etérea, tan sutil, cimbreante, como un tallo. Sale San Juan, el apóstol de Jesús, el más amado, el que en la “Cena” se duerme sobre el Divino Costado: Decisión, dolor, de prisa va de verdad caminando; toda la gracia barroca va repujada en su manto; al verlo gritó Benlliure: ¡Va andando solo, dejadlo! Llora, que llora la gente van los “pasos” desfilando, las trompetas y tambores los escarnios simulando. Arte, dolor, emoción, Todo aunado en un abrazo. Y por fin: ¡La Dolorosa! entre apretones de llanto. Lo más grande de Salzillo, lo mayor del arte humano. ¡Oh divina concepción del más sublime milagro! Todo un vuelco de amargura, fortaleza al mismo grado; con sus manos extendidas compasiones implorando. Tiemblan los aires al verla, los ángeles caen pasmados, se han apagado los pechos, los ojos paralizados, no aciertan a producir palabra alguna los labios y la brisa trae en volandas la voz de Dios ordenando al sol: ¡sal a envolver a mi Madre con tus rayos! Allá va la procesión la mañana despertando. Claveles, rosas, azahares envuelven el aire diáfano. Saetas, cirios, suspiros contempla, más sublimado. Huerta, ciudad, todo el pueblo Se apiña entre los “pasos”. Río, cielo, aire, sol se arrodillan extasiados, ante la gran maravilla del Viernes Santo murciano, y Salzillo, el inmortal, contempla, más sublimado a su tierra, que es tesoro del más excelso milagro. JESÚS GARCÍA ALDEGUER Fue publicada en el año 1945 en la revista “Fuensanta”, de las congregaciones marianas de PP. Jesuitas

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