Era una noche oscura,
Diciembre fallecía,
Año Nuevo en que el tiempo
retrocedía unos instantes,
y entre tus adormecidos besos
dejé que mi boca se callara...
Y en mi mente la constante interrogante,
pues el tiempo no era corto,
tal vez dos años o dos siglos
en que yo sin tu ser agonizaba...
No podía olvidar tu enfermizo encanto
sin poder deshacer el fiel hechizo
sin poder detener el intenso llanto...
Inútilmente esperé tus palabras,
fueron silencio eterno tus respuestas,
y entre los minutos tristes
fueron cayendo los restos
caricias fósiles y esperanzas huecas.
A mis angustiadas manos
rodaron mis ojos angustiados,
que al mismo tiempo
sostenían a mis asombrados labios,
cargando unas lágrimas sin fuerza
...de mi rostro avergonzado...
Y en un gesto absurdo de tu mano,
extendiste una rosa negra
proponiendo algo
que mi alma saber no quisiera,
si fué un triste adiós
o fué una rosa cualquiera
que dejé sin mirar atrás
llevándome a cuestas
mi efímera primavera...
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